jueves, 30 de mayo de 2013

Capítulo 8


Dos semanas después de entregar el trabajo, en acabar la clase, el profesor me llamó.

-Aibeleen Smith, no te vayas que tengo que hablar contigo.

Cuando se acabó la clase el profesor me acompañó a su despacho y me dijo que me sentase.

-Aibeleen, ¿tú te ríes de mí?- me dijo de repente con una expresión seria.

Me parece que fue la primera vez que me sorprendió en toda mi vida. El Sr. Mark era un hombre muy reservado y que nunca faltaba el respeto a nadie, así que esa pregunta me desconcertó.

-No señor… ¿Por qué dice eso?

Entonces lo que me dijo a continuación, me marcó la carrera.

-Señorita Aibeleen, el primer día dije que todos los alumnos que si ellos o sus padres eran adoptados me lo dijesen o si no sería un suspenso. Usted no lo especificó, por lo tanto, tiene un cero.

Podéis imaginar cómo me quedé, de sorpresa en ese momento. ¿Solo me lo parecía o realmente me estaba diciendo que alguien de mi familia era adoptado?

-Perdón Sr. Mark, pero no hay nadie en mi familia que sea adoptado, tengo fotos de cuando mi madre estaba embarazada…- le dije cada vez menos convencida del que le estaba diciendo- Y mi abuela siempre me explica que…

Pero el profesor me cortó, se me acercó y me dijo:

-Aibeleen, me sabe muy mal que lo hayas descubierto así, seguramente tus abuelos no querían que fuese de ésta manera, pero observando tu trabajo, no cuadra.

Y entonces me enseñó el trabajo y lo vi. La analítica donde decía que mi madre era del grupo sanguíneo 0 y no AB.

-Aibeleen- me dijo el profesor preocupado-, ¿te encuentras bien?

Pero yo solo pensaba que después de tantos años la verdad había salido a la luz. Entonces vi claro que siempre lo había intuido, pero no me había dado cuenta hasta ese momento. Me pasaron por la cabeza todas las imágenes de los abuelos y de mi madre juntos y vi todas las diferencias entre ellos, la manera de reír, la nariz,… Fue entonces cuando se me ocurrió una solución.


                                                                                                                             
Escritora @AinaRib

lunes, 27 de mayo de 2013

Capítulo 7



Esa noche no volví a la residencia y llamé a mi madre.

-¡Hola mamá! ¿Qué tal?

-Muy bien, hija, acabo de hablar con la abuela y me ha dicho que los has ido a visitar, ¿no?

-¡Sí! Es que estamos haciendo un trabajo sobre la genética humana y haremos un proyecto con nuestra familia.

-¿A si? Que interesante, ¿no?

-Sí, bastante. Escucha mamá, necesito una analítica tuya para verificar tu grupo sanguíneo, ¿me la podrás traer mañana a primera hora? Si no suspenderé.

-Y tanto, ningún problema. Espérame mañana a las ocho y media en la plaza del árbol.

-¡Perfecto! Gracias, mamá.

Es curioso como la vida te puede jugar malas pasadas, como una pequeña anécdota desencadena otras muchas otras que hacen que tu vida de un giro de 380 grados.

Dooong, Doong.

Acababan de sonar las campanas anunciando las ocho y media y mi madre aún no había llegado.

-Mamá-le dije llamándola -, ¿Dónde estás? ¡Necesito la analítica ahora mismo!

-Tranquila, estoy a 2 minutos de casa, ahora vengo.

A veces me pregunto qué hubiera pasado si no hubiese chocado ese coche en la carretera, seguramente mi madre hubiera llegado antes y me hubiera mirado la analítica y hubiera descubierto que el que me había dicho el abuelo sobre el grupo sanguíneo de mi madre era mentira. Pero no pasó nada de esto y entré en clase sin saber que en las manos tenia la respuesta del misterio que llevaba tanto tiempo investigando.


                                                                                                                               
Escritora @AinaRib

Capítulo 6


-Muy bien-dijo el profesor la semana siguiente. He recibido todos vuestros trabajos y ahora haremos el siguiente paso, mirar el grupo sanguíneo de vuestros familiares más cercanos, empezar por vuestros abuelos y acabar con vuestra generación. ¡Y recordad! Si alguien de vosotros es adoptado o vuestro padre lo es, que lo especifique, sino será un cero, también tenéis que traer una analítica o alguna cosa que verifique el grupo sanguíneo de vuestros familiares. Y esa tarde, por segunda vez al mes, fui a casa de los abuelos.

-¡Hola Aibeleen! ¿Si que nos vienes a visitar, no?- dijo la abuela des del jardín.

-Abuela, ¡os he venido a hacer unas preguntas para unos ejercicios de clase!

-¡Dime!- dijo la abuela con energía.

-¿Me puedes decir vuestro grupo sanguíneo y el de mamá?

-Sí, tu abuelo y yo somos AB y tu madre es 0…

-¡Tu madre también es AB!-dijo el abuelo chillando- Es AB.

-¡Gracias abuelos! ¡Ya os vendré a ver! Por cierto, ¿me podrías dar alguna analítica vuestra donde se pueda verificar vuestro grupo sanguíneo? Es que lo necesito para aprobar.

-Sí, mañana te lo llevamos a casa.

-Perfecto, ¡pues hasta mañana!

-Adiós-me dijeron a la vez.

-Pero cuando la puerta se cerró, el abuelo se giró para mirar a la abuela y le dijo:

-Mary, sabes que algún día lo descubrirá, es cuestión de tiempo. Cuando vea que su madre no es del grupo sanguíneo AB, sino que es del cero lo descubrirá, y entonces se le tendremos que decir la verdad.

-James, éste día nunca llegará, haremos todo lo que podamos para que no llegue, me tuve que esforzar mucho para guardar el secreto i un estúpido trabajo no hará que salga a la luz.

-Muy bien Mary, pero si la Kai, NUESTRA hija hace preguntas no le pienso negar la verdad.

                                                                                                                              
Escritora @AinaRib


viernes, 17 de mayo de 2013

Capítulo 5



- ¡Hola Aibi!- dijo la abuela sonriente- Entra, ¡hemos hecho unas galletas! ¿Quieres?

-Gracias, abuela, están muy buenas- dije mientras me las acababa-, pero he venido a haceros unas preguntas.

-¿A si? ¿Y de qué tratan? – dijo el abuelo desde la cocina.

-Pues, tengo que hacer un trabajo de genética humana y tengo que cruzar vuestros genotipos de color de ojos, y por eso necesito comparar vuestros ojos con los de mamá.

En ese momento la abuela volvió a poner esa cara de pánico que recordaba de esos años atrás.

-Si, por supuesto. ¿Qué te tengo que explicar?

-No nada, solo dime el color de ojos de tu padre y de tus bisabuelos para cruzarlos.

-¿Qué difícil, no?- dijo la abuela.

-No lo es tanto- dijo el abuelo mientras llegaba al salón con una bandeja llena de galletas y café-. Simplemente has de ir viendo el color de los ojos de tus antepasados.

-¿Cómo es que sabes tano, de esto, abuelo?

-¿No lo sabías, Aibi? Tu abuelo había estudiado Biología en la Universidad.

-¿Y cómo es que no continuaste la carrera?

-Fueron tiempos difíciles- dijo el abuelo con un tono de voz triste-, pero, bien, la vida no me ha ido mal sin la biología, ¿verdad?. He tenido una hija preciosa y una nieta increíble.

-Si,si…¡Y yo me lo creo! Ay, mentiroso, me tengo que ir que he quedado, ¡adiós!

Dos días después envié el trabajo al profesor con la sensación de que alguna cosa en esos cruces no cuadraba.
                                                                                                                              
Escritora @AinaRib

lunes, 13 de mayo de 2013

Capítulo 4



Como había esperado desde que habíamos empezado la mudanza, Brooklyn me abrió un mundo nuevo, ya no era la niña friki que pasaba el día leyendo en casa o mirando la tele, simplemente era una niña más del barrio. Poco tiempo después de mudarme, hice nuevos amigos y después de unos meses, cuando ya me sentía como en casa, empecé a salir con un chico.

Ese cambio hizo que mi vida mejorara y como que estaba más ocupada estudiando, saliendo con los amigos y visitando a los abuelos, me olvidé del misterio que había estado investigando durante mi infancia.

Antes de acabar el instituto, conseguí una beca para estudiar en la Universidad de Columbia, entonces en esos días que pasaba con los amigos mirando alguna serie o pasando el día en Nueva York, fueron substituidos por días enteros estudiando en la habitación de la residencia.

-Hoy estudiaremos la genética humana-dijo el profesor delante de los 200 alumnos-. De aquí una semana quiero en mi mesa un árbol genealógico sobre vuestra familia, cada semana lo iremos completando, pero para empezar hoy quiero que miréis el color de los ojos de vuestros familiares i hagáis los cruces genéticos de los abuelos con los padres.

Cuando llegué a casa de los abuelos, tuve la sensación de déjà vú, como si ya hubiese vivido una experiencia parecida, pero con ese mal presentimiento, entré por la puerta.

                                                                                                                               
Escritora @AinaRib

miércoles, 8 de mayo de 2013

Capítulo 3



Fueron pasando los años y esa conversación se quedó tan lejos como la época en la que jugaba con muñecas. Después de ese día, el pasado de los abuelos no se hablaba nunca, fue un tema tabú. Nadie lo hablaba ni  mencionaba el ataque que tuvo la abuela, y dentro de unos meses esa noche se olvidó. Pero yo sabía que en ese sito ocurrió alguna cosa y empecé a investigar por mi cuenta buscando el álbumes de fotos y en el baúl de los recuerdos en busca de alguna cosa sólida.

-Aibi, ¡baja la caja de los libros que el camión de la mudanza ya ha llegado!

Yo tenia 14 años cuando nos mudamos a Brooklyn. A papá., lo habían contratado en una empresa de Nueva York como abogado y como le aumentaron el sueldo, decidimos mudarnos a un barrio más seguro. Esa fue la primera vez que los abuelos y yo no vivíamos en la misma casa.

Eso marcaba un antes y un después en mi vida, porque no los vería tantos días y no tendría acceso a los álbumes de fotos,  y eso significaba que no podría continuar con la investigación. Este misterio ocupó mi cabeza durante todos los días de todos esos años y alimentaba mi curiosidad. La verdad, pero, es que todos esos años de esfuerzo y de trabajo solo me habían llevado a muchas fotografías que no tenían ningún significado y facturas de la luz.

-Aibeleen- me dijo el abuelo mientras nos despedíamos – los cambios siempre tienen una parte positiva. Me encantaría que continuaras aquí con nosotros durante toda la vida, pero ya es hora de que empieces tu vida. Así que, Aibi, ¡ves a comerte el mundo!

-Abuelo- le dije yo – me voy a Brooklyn, no a París. Estamos sólo a 10 minutos con metro y que sepas que os vendré a visitar siempre que pueda. ¡Os quiero mucho, adiós!

                                                                                                                             
Escritora: @AinaRib

domingo, 5 de mayo de 2013

Capítulo 2





-Perfecto-dijo la abuela que al poco rato reaccionó.               ¿Por dónde quieres que empecemos?


Y durante las dos horas siguientes me explicaron todas sus aventuras, los viajes al desierto de Las Vegas, mi nacimiento, las vacaciones con mi madre... Pero yo, que había buscado en el baúl de los recuerdos de la abuela esa misma tarde, sabía que me escondía una parte de su vida: la época que estuvieron viviendo en Carolina del Norte.

-Una pregunta abuelos- les dije cuando acabaron- ha estado muy interesante, pero me parece que os habéis olvidado algo de la época que estuvisteis viviendo en Carolina del Norte, ¿no?

Yo lo había dicho con buena intención, para saberlo todo de los abuelos que tanto quería, pero no escuché la respuesta que yo quería escuchar.

-Has mirado en mi baúl, ¿verdad? - me dijo la abuela chillando- ¿Cómo te has atrevido? ¡Es MI baúl! ¡No lo toques nunca más, NUNCA más o te tocaré yo tus cosas!

Mary, cálmate no lo ha hecho con mala intención- le dijo el abuelo con un toque dulce pero preocupado.

Pero la abuela no se calmó y después de reñirme durante cinco minutos más y prohibirme la entrada en su habitación donde tenía su baúl, se fue con lágrimas en los ojos hacia la habitación.

-Aibi, no se lo tengas en cuenta- me dijo el abuelo subiendo las escaleras- no le gusta recordar aquella época, lo pasó muy mal y se pone muy nerviosa cuando le preguntan alguna cosa. Pero no olvides que es una buena persona y que te quiere mucho.

Dos segundos después que el abuelo subiese por las escaleras mis padres entraros corriendo por la puerta.

-Aibi, ¿qué ha pasado? Hemos escuchado gritos des de la otra punta de la calle, todo el vecindario está muy asustado, ¿qué ha pasado? – me chillaba papá.

Pero yo no lo escuchaba, sólo podía pensar que debía ser lo que les pasó a los abuelos en ese sitio, y desde ese momento me propuse averiguarlo, costara lo que costara.

                                                                                                                            
Escritora:  @AinaRib

jueves, 2 de mayo de 2013

Capítulo 1

Holaa!! Ya estoy aquí otra vez! Estamos muy contentas porque las visitas han subido de golpe pero me gustaría que la gente comentase mas....
Bueno ya sabéis que si queréis que os avise dejarme vuestro twitter en un comentario :)
Os quiero! <3 
PD: Escritora @AinaRib

                                                                                                                                                                                                                                




Yo tenía 9 años cuando vi el primer indicio. En aquella época vivía en el barrio de Harlem, en Nueva York, con mis abuelos i mis padres. Éramos una familia muy unida i al contrario que muchas personas, a nosotros no nos importaba que mis abuelos viviesen con nosotros ya que me lo pasaba muy bien con ellos. Yo era una niña muy tímida y con pocos amigos, así que ellos fueron mis amigos mayores juntamente con mis padres.

Como he dicho antes, era una niña muy tímida así que nunca daba problemas, siempre hacia caso i jamás me habían de llamar la atención para nada. Pero un día en clase, la profesora nos dijo que hiciésemos una pequeña redacción sobre el pasado de nuestros abuelos, de dónde venían, de qué trabajaban, etc. Y yo, como que era muy buena estudiante, decidí hacerlo esa misma noche para poder entregarlo al día siguiente y que me pusiesen un 10 de nota.

-A ver, abuelos-dije muy seria posicionándome delante suyo como si estuviese haciendo una conferencia delante de científicos del mundo entero- hoy en el colegio nos han dicho que hemos de hacer una redacción sobre el pasado de nuestros abuelos i he pensado que ahora que papá i mamá están trabajando lo podríamos hacer. ¿Os importaría responderme a unas cuantas preguntas?

En ese momento, en escuchar mi propuesta, la abuela, la persona más tranquila del mundo se quedo inmóvil, con cara de sorpresa i de pánico a la vez. Pensé que hacía esa cara porque no se esperaba que le preguntes sobre su pasado, ya que como ella dice, su vida no tenía nada interesante. Pero cuando el abuelo se giró para observarla, supe que la abuela escondía alguna cosa que no había dicho, ni a mí ni a nadie.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Importante!

Para que sepáis como se llama la novela, mirar a bajo donde pone etiquetas y allí tendréis el nombre puesto.
A lot of love xx

El Código Genético (Prólogo)


Prólogo

La gente siempre me pregunta el porqué de mis investigaciones.  La gran mayoría dicen que son inútiles, que no sirven de nada ni que tampoco ayudaran a las personas afectadas y que no hace falta remover el pasado, pero yo creo que sí. Si, de acuerdo, puede que no sirva para nada, pero como mínimo la gente podrá saber la verdad sobre lo que pasó en su país. Y es que no solo los alemanes hicieron experimentos con los humanos.