- ¡Hola
Aibi!- dijo la abuela sonriente- Entra, ¡hemos hecho unas galletas! ¿Quieres?
-Gracias,
abuela, están muy buenas- dije mientras me las acababa-, pero he venido a
haceros unas preguntas.
-¿A si?
¿Y de qué tratan? – dijo el abuelo desde la cocina.
-Pues,
tengo que hacer un trabajo de genética humana y tengo que cruzar vuestros
genotipos de color de ojos, y por eso necesito comparar vuestros ojos con los
de mamá.
En ese
momento la abuela volvió a poner esa cara de pánico que recordaba de esos años
atrás.
-Si,
por supuesto. ¿Qué te tengo que explicar?
-No
nada, solo dime el color de ojos de tu padre y de tus bisabuelos para
cruzarlos.
-¿Qué
difícil, no?- dijo la abuela.
-No lo
es tanto- dijo el abuelo mientras llegaba al salón con una bandeja llena de galletas
y café-. Simplemente has de ir viendo el color de los ojos de tus antepasados.
-¿Cómo
es que sabes tano, de esto, abuelo?
-¿No lo
sabías, Aibi? Tu abuelo había estudiado Biología en la Universidad.
-¿Y
cómo es que no continuaste la carrera?
-Fueron
tiempos difíciles- dijo el abuelo con un tono de voz triste-, pero, bien, la
vida no me ha ido mal sin la biología, ¿verdad?. He tenido una hija preciosa y
una nieta increíble.
-Si,si…¡Y
yo me lo creo! Ay, mentiroso, me tengo que ir que he quedado, ¡adiós!
Dos
días después envié el trabajo al profesor con la sensación de que alguna cosa
en esos cruces no cuadraba.
Escritora @AinaRib
Escritora @AinaRib
¿Qué será lo que no cuadra?
ResponderEliminar¡SIGUEINTE!