-Señores Smith, antes que de que hagan nada, necesito que
lean esta carta. Me han dicho que se lo de antes de que empiecen a protestar.
Y entonces lo vimos, una carta firmada por el señor
Nuddle. La abrimos con las manos temblando y leímos el contenido: decía que le
habíamos arruinado la vida, y que él había hecho lo mismo con nosotros. Había
pagado a aquel médico para que extrajera el feto de la barriga de Mary y le
atase las trompas de Falopio para que no pudiera tener hijos.
Eso fue un golpe muy duro para nosotros, del día a la
noche habíamos perdido nuestro hijo y ya no tendríamos la oportunidad de tener
más. Tu abuela cambió a partir de ese día: ya no se reía, ya no cocinaba, ya no
comía, era como si su alma hubiese desaparecido. La gente empezó a preguntar qué
había pasado con nuestro hijo y por qué había abortado. Dos meses después nos
mudamos a otro estado.
Intenté hacer todo lo posible para recuperar a tu abuela
pero no reaccionaba, solo podía pensar en el hijo que había perdido, hasta
llegar a Chicago.
Llevábamos un año recorriendo todo el país cuando fuimos
a Chicago para visitar a mi hermano. Cuando llegamos nos encontramos con un
Jack diferente, ya no era el hombre irresponsable, había conseguido un trabajo estable y era
padre de dos hijos.
Escritora @AinaRib
No hay comentarios:
Publicar un comentario